Qué hacer en Iguazú: ¡10 paseos y atractivos para visitar!
¿Qué hacer en Iguazú? 10 paseos y atractivos para descubrir la selva misionera
Ubicadas al noreste de la Argentina, en plena frontera con Brasil y Paraguay, las Cataratas del Iguazú son mucho más que una postal imponente. Son una experiencia sensorial que combina naturaleza, cultura, historia y aventura. Pero además, en la región hay mucho más por descubrir: selvas espesas, comunidades originarias, historia jesuítica y paisajes que cortan la respiración.
A solo 14 km se encuentra Puerto Iguazú, la ciudad base para todas las excursiones y donde podés alojarte en el exclusivo Amérian Portal del Iguazú Hotel, con vistas al Hito de las Tres Fronteras y servicios premium para disfrutar a pleno. Charlamos con Rocío Estrukel, Gerente del hotel, quien nos compartió sus imperdibles.
🌿 10 lugares y experiencias que no podés perderte en Iguazú
1. Cataratas del Iguazú – Circuitos y aventura
Este es, sin duda, el corazón de todo el viaje. Las Cataratas del Iguazú, con sus más de 270 saltos de agua repartidos entre Argentina y Brasil, te van a dejar sin aliento. El Circuito Superior ofrece vistas panorámicas desde lo alto, mientras que el Circuito Inferior te acerca al pie de los saltos, donde el estruendo del agua te envuelve por completo. Y la Garganta del Diablo, con 80 metros de caída, es simplemente hipnótica. Para los más intrépidos, el paseo en lancha “Gran Aventura” atraviesa los rápidos del río Iguazú hasta meterse casi bajo un salto. ¡Una descarga de adrenalina y emoción pura!
2. Excursión bajo la luna llena
Si buscás una experiencia más íntima y mágica, esta excursión es imperdible. Solo cinco noches al mes, cuando hay luna llena, se habilita un recorrido nocturno por las pasarelas del Parque Nacional. Caminar bajo el cielo estrellado, guiado por la luz de la luna, mientras escuchás los sonidos de la selva, es simplemente inolvidable. El tour incluye guía y, opcionalmente, cena en el restaurante La Selva dentro del parque. Una vivencia silenciosa, espiritual y única para reconectar con la naturaleza de otra manera.
3. Minas de Wanda – Piedras preciosas en bruto
Ubicadas a unos 40 km de Iguazú, las Minas de Wanda son un yacimiento de piedras semipreciosas como amatistas, topacios y ágatas. Lo más interesante es que podés ver cómo se extraen y pulen estas gemas en su entorno natural, dentro de grandes túneles cavados en roca basáltica. El recorrido es con guía y también incluye una tienda donde comprar recuerdos únicos hechos con piedras de la región. Ideal para quienes disfrutan de la geología, las joyas o simplemente quieren llevarse un pedacito brillante de Misiones.
4. Güira Oga – Refugio de fauna misionera
Este centro de rescate y rehabilitación de fauna silvestre está ubicado en plena selva, a pocos minutos de Puerto Iguazú. Su nombre en guaraní significa “la casa de los pájaros”, pero en realidad alberga todo tipo de animales que fueron víctimas del tráfico ilegal o accidentes. Durante la visita guiada, se pueden ver tucanes, coatíes, monos, aves rapaces y hasta yacarés en recuperación. Además de aprender sobre cada especie, se conciencia sobre la importancia de proteger la biodiversidad de la región. Un paseo educativo y profundamente conmovedor.
5. Hito de las Tres Fronteras
Este lugar es un símbolo geográfico y cultural: desde el mirador podés ver el punto exacto donde se encuentran los ríos Iguazú y Paraná, y donde confluyen Argentina, Brasil y Paraguay. El sitio fue renovado con una hermosa plaza, fuentes, feria de artesanías y un show de luces y sonidos que se realiza al anochecer. Ideal para visitar al atardecer, tomar mate con vista al río, y sacar fotos con los obeliscos tricolores de cada país. Además, es gratuito y de fácil acceso desde el centro.
6. Reserva Selva Iryapú – Naturaleza viva y cultura guaraní
A solo minutos de los hoteles más importantes, esta reserva de más de 600 hectáreas de selva es hogar de comunidades guaraníes que abren sus puertas para compartir sus saberes. Los paseos por senderos se realizan con guías locales que explican cómo usan las plantas medicinales, qué mitos y leyendas circulan en su cultura, y cómo viven en armonía con la naturaleza. También podés adquirir artesanías únicas y ayudar al desarrollo sostenible de estas comunidades.
7. La Aripuca – Un mensaje ecológico entre gigantes
Este complejo turístico-cultural fue construido con más de 500 toneladas de troncos recuperados de árboles caídos de forma natural o rescatados del desmonte ilegal. Su estructura principal, con forma de trampa guaraní (la aripuca), tiene 17 metros de altura y deja en claro el mensaje: proteger el monte es urgente. Además, en el predio hay restaurantes, feria de productos regionales, música y actividades para toda la familia. Un paseo entretenido y educativo.
8. Jardín de los Picaflores – Un remanso escondido
En pleno centro de Puerto Iguazú, una casa familiar se transformó en uno de los espacios más encantadores de la ciudad. En el Jardín de los Picaflores, colibríes de todos los colores revolotean libremente entre flores y bebederos. Podés pasar horas sacando fotos, observando su vuelo o simplemente disfrutando del silencio y la belleza natural. La entrada es económica y el lugar está muy bien cuidado. Ideal para un plan tranquilo o para los amantes de las aves.
9. Ruinas Jesuíticas de San Ignacio – Historia viva en la selva
Aunque quedan a unas dos horas y media en auto, las Ruinas de San Ignacio Miní merecen una visita si tenés más días. Fueron construidas por los jesuitas en el siglo XVII y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La arquitectura en piedra rojiza, los patios, iglesias y viviendas aún conservan parte de su estructura original. También hay un centro de interpretación que cuenta la historia de las misiones y su relación con los pueblos guaraníes. Una excursión cultural que te conecta con el pasado.
10. Paseo en catamarán – Atardecer sobre el río
Para cerrar el día con una postal perfecta, subite a un catamarán que recorre los ríos Iguazú y Paraná durante el atardecer. El paseo parte desde el puerto local, bordea el Hito de las Tres Fronteras y ofrece vistas increíbles del cielo tiñéndose de naranja sobre la selva. En muchos casos incluye música en vivo, gastronomía y bebidas a bordo. Es una excelente manera de relajarse después de un día de caminatas y cerrar la jornada con una experiencia visual inolvidable.
🌺 Consejos de expertos para tu viaje a Iguazú
Rocío Estrukel, Gerente del Amérian Portal del Iguazú, recomienda visitar en primavera, cuando la selva está más verde y florecida. Para conocer bien la zona, lo ideal es quedarse al menos 4 o 5 días.
En el hotel vas a poder relajarte con servicios como piscina, spa, canchas deportivas y gastronomía regional. También cuentan con traslados al aeropuerto y al Parque Nacional, además de excursiones personalizadas.
🍴 ¿Y la gastronomía? ¡Un viaje de sabores!
Probá el clásico chipa, la mandioca frita, el mbeju, y los pescados locales como el surubí o el pacú. No te vayas sin llevarte un recuerdo: dulces de yacaratiá (hechos con madera comestible) y artesanías de las comunidades originarias.
🌎 Viví una experiencia única en el corazón de la selva
Visitar Iguazú es mucho más que tachar una maravilla natural de la lista. Es vivir una experiencia completa que combina paisajes que te dejan sin aliento con una profunda conexión con la selva, su fauna, su historia y su gente. Cada paseo, desde el estruendo majestuoso de la Garganta del Diablo hasta el vuelo silencioso de los colibríes en un jardín escondido, suma una capa nueva a un viaje inolvidable.
Además, Iguazú es un destino que se adapta a todos los gustos y edades: hay propuestas para los que buscan aventura, para quienes prefieren la tranquilidad, para las familias con chicos, para las parejas en plan romántico y también para quienes viajan solos en busca de introspección. La gastronomía regional, la calidez de su gente, y la cercanía con Paraguay y Brasil hacen que la experiencia se enriquezca aún más.
Y si además te alojás en un lugar como el Amérian Portal del Iguazú, con vistas al río y al Hito de las Tres Fronteras, servicios de primera y contacto directo con la naturaleza, tu estadía va a ser tan placentera como emocionante.
Iguazú no es solo un lugar para ver. Es un destino para sentir, escuchar, caminar, aprender y recordar. Y siempre deja ganas de volver. ¡En Amérian Hoteles te invitamos a vivir la experiencia!
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